domingo, 1 de septiembre de 2013

Con E de Esperanza



Dicen que los ojos son el espejo del alma,
dicen por ahí unos susurros, que el hombre no sabe amar,
dicen tanto y saben tan poco...

Muchos escriben poemas de amor,
poemas vacíos pues son soñadores que no han vivido,
no han vivido lo que uno vive ahora.

No presumo, digo lo que siento.
No escribo por soñador que no vive, sino por soñador vivo.
No pienso esto si no es un porque, y sin un motivo.

¿Mi motivo? tú.
Tú mi sonrisa diaria, tú mi lucero del día, tú mi guía en la noche,
tú mi amor platónico, tú la perfección, tú la belleza, tú la alegría,
tú un solo sentimiento puro y verdadero, tú una verdad y un sueño a la vez.

A tí va dirigido este poema con tantos sentimientos,
sentimientos que has cultivado tú en mi,
sentimientos que dejo que crezcan por un solo motivo

Porque tú, eres el motivo de mis sueños,
porque tú eres el motivo por el que escribo esto,
porque tú y solo tú, eres la única persona que he amado tanto,
porque te amo con locura.

Porque tú fuiste mi esperanza y gracias a tí creo en este sentimiento,
que te corresponde y que es verdadero.
Te amo.