lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad.



Ya ha llegado el gran día que todos estábamos esperando para estar con nosotros.
Desgraciadamente, hoy es un día que muchos tampoco querrán recordar, debido a esta crisis que les ha hecho viajar hasta tan lejos de su hogar para poder encontrar un trabajo...
Desde aquí, este humilde y pequeño blog, quiero desear una Feliz Navidad y un Prospero Año 2013 y que sea mejor que este año que está a punto de acabar.
Os dejo además una canción que me encanta escuchar en estas fechas, y que en esta noche, seguro que la cantaremos por suerte toda mi familia juntos.



Un gran saludo a todos mis seguidores, y nuevamente Felices Fiestas.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Con D de Defensor.



Sevilla almorávide,
antes fue.
No pudo ante ti.

Puertas cerradas a cal y canto,
abiertas se pusieron ante ti.
Todos lucharon contra ti,
razón no tenían.
Oraban a un dios,
No vieron que Él estaba contigo.

Rey fuiste de Castilla y León.
Eres nuestro protector.
Y eres defensor de Sevilla.

Fuiste Rey terrenal.
Eres Rey Santo ahora.
Rezamos para que nos escuches.
No nos abandones,
ahora y siempre.
No nos abandones.
De Dios protector eres.
Orando ante tí estamos, San Fernando, Rey de Sevilla.


sábado, 28 de julio de 2012

Con C de Corazón.



Solo podía ver después de una eterna oscuridad, una luz que alumbraba y espantaba a las sombras.
En esa oscuridad podía ver bajo a mis pies un fuego intenso y abrasador, y arriba el cielo abierto al cual ascendía. Era un sueño peculiar, parecía tan real...
Yo iba vestido de oscuro, sentía como una paz invadía mi cuerpo, y cómo olvidaba poco a poco de donde venía, y que hacía en este extraño y apacible lugar.
Al llegar arriba pude ver un hombre algo envejecido vestido de blanco, con una mano que se agarraba la otra, mientras mantenía una seria posición de espera.
-Ya has llegado.
-¿Dónde estoy?, ¿quién eres?.
-Demasiadas preguntas para una única verdad que descubrirás hijo mío.

Tras nosotros apareció una puerta vieja de madera con una cerradura de hierro oxidada.
-Ahora es tu decisión, pasar esta puerta, o volver.
-¿Dime antes quién soy y que hago aquí?, ¿cómo he olvidado quién soy?, ¿qué es lo que ocurre aquí?.
-Demasiadas preguntas. Mira ...

Fuimos tragados por un haz de luz que nos llevó a una sala de hospital. Allí podía ver a dos muchachos, uno con el pelo castaño claro, pero no pude ver sus ojos, pero si que estaba tumbado en una cama, y le agarraba una mano otro chico de pelo castaño con ojos claros.

-¿Quienes son?. -Pregunte al hombre envejecido.

Una corriente de viento nos llevó a otros sitios, a un autobús, a una casa, a una calle, a varios sitios, pero en todos ellos parecían que los protagonistas únicamente eran aquellos dos chicos del hospital.

-¿Qué tienen que ver ellos conmigo?, sigo sin ver la relación.

Otra bofetada de aire con hizo mover de lugar al hospital nuevamente. Esta vez solo estaba el muchacho de la cama, solo.

-Mira lo que ha pasado.- Dijo el hombre señalando al chiquillo de la cama.
De repente, empezó a toser cada vez más fuerte, intentaba coger aire pero no podía, solamente toser y toser, y cada vez que tosía, esputaba algo de sangre. Luego el medidor de latidos empezó a sonar rápidamente. Los médicos aparecieron corriendo, intentaba que se le calmara la tos con una inyección de algo. Pero era imposible.
El muchacho perdió el conocimiento y permaneció intacto en la cama, esta vez la máquina emitía un pitido continuo.
-¡¿Han llegado ya los órganos? tenemos que realizar el trasplante inmediatamente!.- Gritó un médico que intentaba reanimarlo.
-¡Está de camino, llevémoslo inmediatamente mientra llega!.

En cuanto el otro médico terminó de hablar, no dudaron en llevarle a la sala de operaciones, para intentar alternar el destino de este muchacho.

-¿Morirá?.
-Tú solamente sabes la respuesta.

Volvimos a otro lugar, pero esta vez vimos en un lado, un accidente de moto, pero luego fuimos llevamos al tejado de un edificio, allí vimos a una persona vestida de negro, junto con otros dos hombres.

-¿De que hablan?- Pregunté al viejo.
-¿Porqué no te acercas tú mismo y lo entenderás?.

Poco a poco me acerqué, no podía ver la cara de aquella persona que estaba de espaldas a mí, pero si podía escuchar la conversación.

-¿Cuánto tiempo tardarán?- Preguntó el de negro.
-Creo que una hora a lo sumo. Tal vez más...
-No tienes que hacer esto si no quieres, podemos buscar otra persona que ocupe tu lugar.- Dijo el otro hombre que estaba presente.
-Lo he pensado bien, el doctor ha confirmado que compartimos la misma sangre, eso ayudará a que al menos, no pueda haber un rechazo.
-¡Pero tú no eres el único en este mundo!.
-Soy el único de los Robledo, soy el último, y quiero acabar con aquello que hace sufrir a mis seres queridos. Ellos han dado todo por mi, y yo... he dado tan poco...
-Es una locura, déjate de tonterías y vuelve a tierra firme.- Dijo uno de ellos agarrando al muchacho del brazo.
-¡No!- Apartó su brazo violentamente de la mano de ese hombre- Esa frase... se lo dije a él precisamente, jeje, vaya coincidencias... Ahora si no os importa, dejadme a solas...
-Pero...
-¡Ahora!.

Y los otros dos hombres se dirigieron a la puerta de la azotea, cerrándola tras el último.
El muchacho se dirigió al borde del edificio, y contempló a la ciudad frente a él. Tomo su móvil de su bolsillo izquierdo, y pareció decir algo. Tras acabar de hablar, tiro el móvil al suelo, extendió sus brazos tomando la forma como de una cruz... y lentamente, se dejó llevar por el viento hacia delante.
Yo corrí para intentar que no cayera y agarrarle para salvarlo, pero por escasos centímetros, no conseguí tomar su chaqueta para agarrarle... Poco a poco empezé a sentir en mi cara correr el aire cada vez más fuertemente, hasta volver al principio de todo. Aquella sala, con la puerta vieja al fondo, y el hombre envejecido delante mía.

-¿Ahora te has dado cuenta de quién eres?.
-¿Porqué se tiró al vacío? ¿qué le llevo a tal acto?- Decía sin poder mirar a nada fijamente.
-Mira bajo tus pies ahora.

Miré y observé al muchacho que antes estaba en la camilla, pero ahora estaba delante de la sala de operaciones. Su pecho estaba abierto al aire, se podían ver como incluso se quitaban el corazón y los pulmones, y al lado parecía tener los mismos órganos en una especie de nevera. Todo pasó muy rápido, colocaron los otros pulmones, y posteriormente el corazón. Después cogieron unos palos que colocaron a ambos lado del este frágil órgano, y emitieron una breve corriente eléctrica. Todos esperaban.... pero no había resultado. Volvieron a repetir la misma acción, y luego con las manos el doctor tomó el corazón y lo masajeaba como si latiera por sí solo. Hasta que el doctor apartó sus manos y el corazón seguía el movimiento por sí solo y la máquina volvía a emitir un pitido pero esta vez discontinuo y continuo a la vez.

-Vive finalmente...- Dije al viejo sonriendo.
-Si pero... todo gracias a su Ángel de la Guarda que siempre ha estado con él.
-¿Te refieres, al muchacho que se ha tirado, o al del accidente de la moto?.
-Ambos puede. Los pulmones son finalmente, del aquel pobre hombre del accidente de moto, pero el corazón, es de alguien, que siempre le ha dado su corazón.
-Del muchacho...
-De ti, Ángel.
-¿Qué?.
-Tú eras aquel muchacho que se ha suicidado, todo tan solo, por dar otra oportunidad a su mejor amigo, a su única posible familia, a aquel que ha sido como un hermano para él. En definitiva, le has dado la oportunidad de volver a vivir, pero en el camino correcto. Tú eres, Robledo Ángel, tú eres, su Ángel de la Guarda, el Ángel de la Guarda de Miguel.
-¿Porqué he olvidado todo eso?.
-Básicamente porque cuando uno muere, olvida todo, todo lo vivido ahí.
-Ahora acabo de recordar, que hice una promesa, prometí no olvidarle nunca, ser su fiel amigo, su protector ante lo malo, ser lo que es él para mi en definitiva, un hermano. Y lo he olvidado la promesa como si nada...
-No, lo has recordado, y eso es lo importante. Pero ahora la pregunta es- Tomo de su cinturón de cuerda dos llaves antiguas y oxidadas- ¿cruzarás la puerta?.
- Dije de mantener una promesa... siempre estaría con él, pasara lo que pasase, y quiero mantenerla, a pesar de las distancias.- Dije mirando a la puerta.
-Entonces, vé al presente y habla con él.

Una nueva corriente me llevo a un lugar elevado, era un prado verde, se podía observar al rededor una ciudad bella, y tras de mi, una lápida en forma de cubo con una inscripción: "aquí yace Robledo Ángel 1994 - 2018".
Al poco tiempo pude oir como alguien se acercaba. Se trataba de Miguel, llevaba un ramo de gladiolos en su mano, iba vestido de negro, y además, estaba calvo, devido segurramente a los tratamientos para eliminar el cancer que quedara. Se acercó a la lápida, se arrodilló y colocó el ramo en el suelo.

-Dijiste de no abandonarme nunca, y has roto tu promesa- Dijo mientras extendía su mano sobre la lápida.- Se supone que ibamos a ser los mejores amigos, y ahora ya no podemos serlo. ¿Porqué has arriesgado tanto por mí?...- Empezó a llorar.
Puse mi mano sobre su hombro, como si eso lo consolara. Pero ambos notamos que nos sentiamos, él noto que algo le tocaba, y yo me percaté de ello, así que no dude en hablar.
-Era la solución más rápida desde el principio, el doctor me lo confirmó el último día que nos vimos, tus padres se negaron a que lo hiciera, pero quería darte otra oportunidad para que re-hicieses tu vida.
-¿Ángel?- Miró hacia atrás asustado con el brillo es sus ojos.- ¿Estás vivo? entonces... ¿quién es el de esta tumba?.
-Estoy muerto, no sé como puedes verme pero, esta será la última vez que nos podamos ver en "persona".
-Me hiciste una promesa y vas a romperla lo sabes ¿no?.
-No voy a romperla porque estaré siempre contigo, además que te he ofrecido la oportunidad de volver a vivir, no la desperdicies ahora. Hazme la promesa que volverás a hacer tu vida en el camino adecuado.
-No tengo porque prometer nada ahora.- Y las lágrimas volvieron.- No tengo un motivo por el qué cumplirlo...
-Miguel...- Intenté darle un abrazo, aunque como pensaba, era un mero espiritu. Lo corporeo dejó de tener importancia en ese momento.- Mirame, he dicho de irme hasta que tú lleges, así que estaré siempre contigo. ¿Basta eso para que cumplas la promesa que te he propuesto?.
-Pero... entonces serás como un fantasma....
-Solamente me podrás ver tú.
-Pero sigues sin estar verdaderamente....
-Pero al menos, una parte de mi estará fisicamente en ti, y estaré vigilandote para que me cuides bien.
-Jeje, está bien, pero tampoco me sigas a todos lados.
-Tranquilo, pero estaré en los momentos de mayor necesidad.
-Para siempre, amigos, para siempre.
-No- Y me separé en ese momento y le miré en la cara- Hermanos para siempre.

En ese momento, tras nosotros, donde se encontraba la lápida, apareció un ángel que se posó sobre ella, y se quedó petrificado, con una mano en su corazón, y la otra la extendió como ofreciendo algo.

Desde aquél momento, Ángel fue su Ángel de la Guarda, y esperó hasta que le llegara la hora a su mejor amigo.

Hay algunas veces que no apreciamos nuestras vidas, y caemos en las tentaciones, otras veces queremos enfrentarnos a cosas solos, y no nos damos cuenta que siempre hay alguien que está para ayudarnos en lo que sea, y en muichos casos, nos dan segundas oportunidades. Es increible hasta que punto puede llegar una amistad, un chico capaz de ofrecer su vida con tal de salvar la de su mejor amigo, para que este, vuelva a coger el camino correcto. Dedico este final del relato, a todas esas personas protectoras, que están ahí pero no nos damos cuenta muchas veces, a esos Ángeles de la Guarda, que nos ayudan. Va por ellos este relato.



En especial, le dedico esta entrada a todos aquellos que han estado siempre a mi lado, a mis mejores amigos, a Pablo, Valen, Clara, Raquel, Carlos, Antonio, Flu, Sara, Patri y Ale. Y por supuesto a toda mi familia. Por todo vosotros, porque soy capaz de dar mi vida por vosotros...
Gracias por todo de verdad.

domingo, 15 de julio de 2012

Con B de Bondad.

No podía ver nada, solo oscuridad a mi alrededor. ¿Qué sitio era este?, ¿dónde estaba?....
Sentía un leve pinchazo en mi brazo derecho, y como si algo aprisionara el dedo indice de mi mano. Pero si algo sentía más es un fuerte dolor en el pecho, y como si mi garganta se cerrará y no me dejara respirar.
Yo gritaba y gritaba, pedía ayuda y no había nadie en esa sala negra. De pronto sentí como en la mano donde tenia el dolor intenso se apaciguaba poco a poco, y notaba como algo cálido acariciara mi mano, ¿qué o quién era?. Creía escuchar voces, hasta que ví una luz ante mis ojos que cegaba.

-¿Estoy en el cielo?, ¿estoy muerto?...
-Que tonto eres- Escuché entre risas. Empezé a ver poco a poco una sala blanca de un hospital, yo estaba tumbado y ví que me agarraba la mano un chico de pelo castaño claro con ojos oscuros como la noche, pero pálido como la nieve- ¿Eres un ángel?- Terminé por decir asustado.
-Sigue soñando Miguel, soy Ángel, pero no un ángel del cielo. Aún estás en tierra firme.
-Pfff, siento que queda cada vez menos. ¿Cómo es que has venido?.
-Tus padres me llamaron, he venido en el primer avión que he podido. ¿Cómo te ha podido pasar esto? ¿qué ha sido del Miguel que conocía?.
-Soy el mismo de siempre, otra cosa es que me conocieras de verdad.
-Mentira, el Miguel que conocía daba su vida por los demás, pero lo que has echo te ha jugado la vida misma y no ha sido precisamente en ayudar a los demás.
-Me cansé de intentar ayudar y ver que era un inútil en este mundo. Desde que nos separamos en el Bachillerato, todo ha cambiado Ángel. Te fuiste, hablábamos, pero cada vez con menos frecuencia.
-¿Me estás diciendo que has echo esto por mí?.
-No, por ti no. Por mi vída si.
-¿Te metiste en la mala vida, por tener una vida?, tú, tú, simplemente, tú eres idiota.- Soltó la mano y se levantó para ponerse frente a mi a espaldas mía.- ¿Recuerdas cuando nos conocímos?.
-No empiézes ahora por favor.
-Te reías de mis chistes, en el autobús escolar, al principio tú estabas solo, hasta que mi compañero se sentaba al lado tuya y yo tuve por compañera a la soledad misma. Hasta que un día, cuando el autobús llego a mi parada, pusiste la mochila a tu lado, para que me sentara yo a tu lado y no aquel chico. ¿Cómo crees que me tomé esa acción tuya si antes todos me hacían lo que tú le hiciste a él?. Eres mi mejor amigo, y la amabilidad que me presentaste en ese momento lo demostró. Pero algo te ha echo cambiar por completo, justamente cuando nos separamos.
-No tenias elección, debías de irte.
- ¿Me lo reprochas?.
-No.- Aparté la mirada...
-Si, lo haces. ¿Qué tengo que hacer para demostrarte que siempre has sido mi mejor amigo a pesar de la distancia a la que hemos estados sometidos hasta ahora?.
-¡Hablas mucho de que eres ahora mi mejor amigo, pero tú lo dejaste de ser en cuanto te fuiste!.-Vi que aquella frase le dejo de piedra...- Lo siento, no quería decir eso...
-Tranquilo, generalmente las personas suelen estar así en estos momentos. Se que podríamos haber estado juntos más tiempo, pero, no podía... yo si que lo siento.
-¿Te acuerdas la primera vez que te invité a mi casa porque te querían conocer mis padres?, la cara que me pusiste cuando te lo dije, jajajaja.
-Cierto, no me lo esperaba y más de ti. ¿Y cuando me invitaste a cenar a tu casa?, era un día lluvioso, y cerca de la media noche tu padre decidió llevarme a mi casa en su coche a pesar de que nuestras casas estaban casi cerca una de las otras para que no me mojara con la lluvia. Aunque ahora que me acuerdo, llevaba un paragüas- Ambos rompimos a reír en ese momento.

Por aquél entonces eran las dos de la tarde, hablamos de nuestros recuerdos juntos, de nuestras experiencias, y me contó su vida en el extranjero y con la Universidad. Él consiguió lo que yo nunca he podido, alcanzar un sueño, yo fui engullido sin embargo, por la pesadilla.
Pasaban los segundos, minutos, horas, eran casi las seis de la tarde. Hasta que...

-¿Te acuerdas cuando te insistí que no me dijeras nunca "adiós"?- Dijo Ángel entre risas.- Me costó la propia vida pero lo conseguí.
-Cierto, decías que nunca se debía de decir "adiós" porque nunca es una despedida sino un "hasta luego", y todo para convencernos de que nos veríamos de un momento a otro.
-Y ha pasado, ¿no?.- Sonreía.
-Jaja, sí.

En ese momento vi que tras la puerta de cristal estaban mis padres hablando con el doctor que estaba tratándome inútilmente, pues todos sabíamos perfectamente el final de mi historia con este cancer... El médico en ese momento entró en la habitación, y llamó a Ángel, -Ahora vuelvo- dijo mientras se iba afuera. Cerrarón la puerta, y ví como el aura cambiaba a un tono de tristeza, mi madre lloraba en brazos de mi padre, y Ángel, seguía serio y firme ante las explicaciones del doctor. Luego Ángel volvió a entrar tras una pequeña charla de la que no tuve la menor información de que se hablaba.

-¿Qué te ha dicho?.
-Han encontrado un donante aceptable para tí, te donarán los órganos dañados para que puedas vivir. Han visto que el núcleo del cáncer está en la artería Aorta, te lo quitarán con el corazón y los pulmones posiblemente para cambiarlos por unos limpios. No vuelvas a esa vida de la que me has hablado, ¿vale?.
-¿Quién es el donante?.
-Es anónimo. En cuanto traigan los órganos empezará el trasplante...

En ese momento ví su rostro una especie de alegría triste, ¿qué pasaría?....
-Tengo que irme ya Miguel, pronto volveremos cómo antes, juntos, y recuperáremos esos momentos perdidos.- Sonrió mientras me agarraba la mano.
- Si te vas, que no sea muy lejos, ¿vale?.
-Estaré cerca de tí.. Hasta luego, mi mejor amigo, mi hermano.- Y me besó en la frente.


Él se fue, en aquel momento. Me alegraba mucho poder volver a verle, me alegró aún más que nunca me había olvidado, es un amigo, de fiar, fiel, amable, con compasión, y ante todo.... con bondad.





CONTINUARÁ.


Esta parte de este doble capítulo se lo dedico a mi mejor amigo, un hermano para mi para toda la vida. A Pablo G L. Hermanos por siempre jamás. Porque sé en quien puedo confiar en momentos de debilidad, y desvanecimiento :). Además de ese nuevo hermano.

domingo, 17 de junio de 2012

Con A de Ángel.


El silencio se hizo presente, el público permaneció por un instante en absoluto alboroto, para pasar al absoluto silencio ante la oscuridad que se cernía sobre ellos.
Al igual que el silencio tomaba posesión de la sala, el estado de nerviosismo también lo hacía sobre ella. "Todo saldrá bien, no es la primera vez, adelante, tú puedes" se decía ella misma para calmarse. Tomo una bocanada de aire, expiró lentamente, y el telón que la separaba del público fue desapareciendo poco a poco mientras los aplausos aparecían.
En ese momento, sonó de un piano de cola color nacar, una bella melodía que hizo desaparecer los aplausos.





Hasta que una luz, iluminó a una muchacha, de piel blanca, pelo rubio y de ojos claros, que vestía un vestido claro. De esa muchacha indefensa, procedía una voz que te hacía pensar que estabas en el cielo, mientras un ángel cantaba, de ella misma, procedieron las siguientes palabras musicales:

"I heard, that you´re settled down. That you, found a girl, and you´re, married now. I heard, that you dreams came true, I guess she gave you things. I didn´t give to you. Old friend,why are you so shy?, It ain´t like you to hold back or hide from the line. I hate to turn up out of the blue uninvited, but I couldn´t stay away, I couldn´t fight it, I had hoped you´d see my face, and that you´d be reminded that for me it isn´t over.

Never mind, I´ll find somenone like you. I wish nothing but the best for you, too. Don´t forget me, I beg, I remember you said: "Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead", sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead,...

You know how the time flies,Only yesterday was the time of our lives,We were born and raised in a summer haze,Bound by the surprise of our glory days. I hate to turn up out of the blue uninvited, but I couldn´t stay away, I couldn´t fight it, I had hoped you´d see my face, and that you´d be reminded that for me it isn´t over.
Never mind, I´ll find somenone like you. I wish nothing but the best for you, too. Don´t forget me, I beg, I remember you said: "Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead".
Nothing compares,No worries or cares,Regrets and mistakes, they're memories made, Who would have known how bittersweet this would taste?.
Never mind, I´ll find somenone like you. I wish nothing but the best for you, too. Don´t forget me, I beg, I remember you said: "Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead".
Never mind, I´ll find somenone like you. I wish nothing but the best for you, too. Don´t forget me, I beg, I remember you said: "Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead"... yeah... yeah...

Los aplausos dominaron el teatro al concluir la canción, todo el mundo se levantó para aplaudir, silbar, gritar de emoción, etc. Ella se emocionó, y sonreía ante el público, pero de repente sonó un ruido realmente molesto y abrió los ojos. Tan solo fue un sueño, un sueño que le hubiera gustado que fuera verdad... Paso de ser una famosa, a una joven adolescente que debía de ir a la última clase para despedirse de sus compañeros de clase. Ella pensaba dar un breve discurso y tras ello, cantar la misma canción con la que ha soñado y con la que además ha estado practicando para este momento.
Antes de llegar al mismo instituto, se aseguró que en su bolso estuviera todo lo que necesitaba, el papel del discurso, otro con la letra de la canción, una pelota anti-estres, y... un pen-drive que casi se le olvida donde se encontraba la música de la canción para ella ponerle la voz posteriormente. Salió corriendo de su casa para coger el autobús a tiempo para ir con su mejor amiga al instituto.
Al llegar preparó un poco su voz, con la ayuda de un chico para comprobar que alcanzaba el tono suficiente para que toda la clase la escuchara (no podía evitar a pesar de ser un ensayo, apretar la pelota anti-estres).

Al llegar la hora, tan solo se acercaron algunos alumnos, no todos, solamente aquellos que querían escuchar su grandiosa voz, además de dos profesores, entre ellos el tutor de los alumnos, crítico teatral. Tras un breve discurso que dio, agradeciendo a todos aquellos que la han estado apoyando durante estos dos duros cursos de 2º de Bachillerato, precedío para cantar la canción que embaucaría a todos los presentes, pero el tutor prefirío interrumpir, pues a sabiendas de su timidez de la muchacha, quería que el momento fuera perfecto, pues por lo que pidió a los demás que salieran un momento, incluyendo al profesor que vino para escucharla también.
Durante la "practica" nuevamente, el profesor le fue marcando la altura de la voz con la mano, como si fuera un director de orquesta, ella se sentía cada vez más nerviosa, hasta que en un momento, pareció como si el tiempo se detuviera lentamente, hasta acabar parándose por completo. Ella se extraño un poco, pensando que ocurría, pero la respuesta apareció con una luz tras el profesor "director". -¿Ahora es un santo?. pensó ella, pero vió que alguien aparecía tomando una forma humana resplandeciente.


-¿Quin eres?- Preguntó ella asustada, apretando cada vez más la pelota anti-estrés que tenía en la mano.

-Soy tu voz, Ana.

-¿Mi voz?, ¿mi voz es un hombre extraño vestido a lo antiguo?.


-Jeje, supongo que así son los seres celestiales ¿no?. Soy tu voz, a la vez que soy, tu ángel de la guarda.
-¿Ángel de la Guarda?, ya podrías haber aparecido de otra forma, casi pienso que me estaba muriendo con esa luz detrás de él.- Dijo señalando al profesor.
-Y es así como se sienten todos los que escuchan tu voz, en el cielo.
-¿Me estas contando que canto mal?, tan mal como para matar a la gente.
-No, todo lo contrario, les haces volar al cielo con tu voz angelical.
-Menudo ángel estas hecho echándome flores- Dijo Ana entre risas.
-Pero debes prometerme una cosa.

-Depende.

-Depende de tí, Ana, confía en ti, canta como en tú sueño, haz levantar a la gente, haz que esos compañeros tuyos que han traído la cámara no te graben porque se queden pasmados. Solo necesitas confiar en ti misma.

-Pides demasiado.

-Entonces, ten esto.- Se metió la mano en una especie de bolsillo, y saco una cadena plateada que sostenía una especie de jaula pequeña con un cascabel dentro de plata.- Cada vez que escuches sonar este Llamador de Ángeles, es porque estaré cerca, protegiéndote, ¿eso hará que confíes más en ti misma?.

-Esta bién, o eso espero...

-Ya verás como sí, haz realidad el sueño Ana.- Concluyó haciéndole entrega del Llamador de Ángeles mientras se volvía a convertir en una luz que se metía dentro del cascabel. Ella se lo colocó al rededor del cuello y el tiempo volvió a fluir.



-Bueno voy a decirles a esta gente que entre para el espectáculo. ¿Preparada?.

-Si no hay más remedio...

El profesor abrió la puerta, y uno tras otro fueron entrando y por último dos profesores, uno que vino antes, y una profesora que vino a saber que es estar en el cielo.

-Con calma Ana- Dijo el profesor al fondo del aula.
-"Con calma Ana, estoy aquí".- Escuchó la voz del Ángel a su alrededor.

Tomo ella aire, y procedió a cantar sin música alguna. Todos los alumnos que iban a grabar bajaron las cámaras, y se quedaron boquiabiertos.
Al concluir, ella no podía parar de reírse, todos se levantaron, aplaudieron, gritaron, corrieron hacia ella para abrazarla. Cumplió el sueño, con solo quererlo vivir en verdad, en carne.




Dedicada a una gran persona que sabemos que es una gran luchadora, que nos regaló su voz aquél día, y que desde aquí la apoyo a seguir luchando y no perder las esperanzas ante nada. Un fuerte saludo, abrazos, besos, a Ana, una chica, con voz de Ángel.

viernes, 20 de abril de 2012

El Poder de Sevilla.





No hará mucho tiempo que ha pasado la Semana donde todos los sevillanos nos reencontramos con nuestros seres queridos para volver a sentir los sentimientos a flor de piel. Esta Semana, es tan mágica en Sevilla, que no se puede explicar, pero si os puedo contar una historia real que pasó no hace muchos años, cuando el Señor de Sevilla, el Gran Poder, visitó a un pobre hombre.


Era una época donde el Sol iluminaba hasta la sombra más escondida que pudiera haber en las calles, ya era Cuaresma 
Un hombre, que vivía en una casa en el centro de Sevilla, junto con un gran almacén, visitaba constantemente, cada fin de semana al Señor de Sevilla en su parroquia de la Plaza de San Lorenzo.


El pobre hombre, portaba a sus espaldas a cruz de sus problemas, fue multitud de veces a rezar, para aliviar el dolor de su vieja espalda, pero el dolor seguía, no se iba, a esto que el hombre, frente a la Sagrada imagen del Gran Poder en besamanos, se arrodillo en un banco y conversó con Él:


"Señor mío, sabes que soy fiel a ti, sabes lo mucho que te quiero, y sabes todo lo que tengo, pero ayúdame Señor mio del Gran Poder, a aliviar este dolor que me atormenta, por favor, por favor te lo pido, ayúdame Señor..." (decía junto a un Padre Nuestro).


Pasaron pocos días, las calles se preparaban para el transito de los Señores, las parroquias se preparaban ultimando los detalles que faltaran para acabar y subir sus titulares a los pasos. El viejo pobre hombre volvió, pero esta vez se dirigío a paso firme ante el Señor:


"Me has abandonado, ¿por qué? ¿qué te he hecho?, ¿es que acaso crees que he mentido en algo?" - esperaba con esperanza alguna que esa madera se moviera para responder, pero no ocurrió.
"¿Pues sabes qué?, te voy a abandonar igual que tú me has abandonado. ¡No pienso volver a pisar esta iglesia hasta que tú vengas en persona a mi casa1 ¿Te enteras?" - se fue con el mismo paso que entro.


El viejo pobre hombre, sentado en su sillón, junto a un ventilador ante la calor, escuchaba el transitar de los días con su radio, mientras esperaba a que la imagen fuera a visitarle. Él sabia que era imposible que una madera hiciera tal cosa, por lo que la pena le empezó a hacer más daño, por haberle hablado de esa forma, a su Fiel Amigo.


Llegó la Semana Grande, la Semana Santa, los días pasaron con total normalidad, y el Gran Poder impaciente por salir de su basílica. Llegó al fin, la noche que aquí se permite la falta ortográfica, pues la madrugada se transforma en La Madrugá de Sevilla. 
El Gran Poder a paso lento, se acercaba poco a poco al dintel de la puerta, mientras el pobre hombre viejo en su sillón escuchaba con la radio su salida.
Cuando este escuchó que salió el Gran Poder, no pudo evitar las lágrimas, el pobre hombre viejo, apagó la radio y se fue a su cama, a descansar en la noche donde el sueño no existe.
Pasó una hora. Empezó a escuchar un fuerte viento que hacía mover las persianas de la casa, y al fondo se escuchaba una tormenta fuerte, que a los pocos minutos, empezó a descargar.
El pobre hombre viejo, ante el ruido se despertó, y pensó: "¿Señor mio, adonde irás ahora?...".
Encendió la radio, y escuchaba que el Gran Poder a paso de muda desvió su itinerario para resguardarse del diluvio, pero ¿a donde iría?.




A los diez minutos, escucho que alguien llamaba fuertemente a la puerta del almacén. Él pensó que se trataría de alguien de la calle, pidiendo refugio, pero a pesar de su pensar, no pudo evitar decir:


- ¿Quien anda?.


- El Gran Poder, abra para refugiarnos, por favor.




El pobre y viejo hombre corrió como pudo a la puerta del almacén, la abrió completamente, y tras la puerta, vio el paso, mojado, con el Señor de Sevilla encima de el. Cuando el Señor entro en su almacén, y tras Él, su Madre, la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, la Tierra dejo de sostener al pobre hombre, ahora era sostenido por la mirada del Gran Poder, como un abrazo, y este no pudo evitar que cayeran algunas gotas de emoción y a la vez de culpa, sobre sus arrugadas mejillas:
"Señor, has venido.... perdóname por dudar de ti...".






Y a partir de ese día, el viejo y pobre hombre, dejó de ser pobre, pues su cruz, era ayudado por un "cirineo", el Gran Poder, el Señor de Sevilla.
Por eso Sevilla tiene algo que le hace especial, es a su Señor de Sevilla, ese Hombre que carga con la cruz de nuestras culpas, ese hombre cuyo nombre no podía ser menos que... 

Gran Poder.


jueves, 29 de marzo de 2012

Rayos del amanecer, Rayos del anochecer.


Te escribo esta carta antes de enfrentarme en esta guerra del olvido, para que te acuerdes de mí, o al menos, piense que lo harás:


Podríamos haber sido algo más.
Ahora que te imagíno mientras escribo esto,
tengo la certeza de que estarás pensando en tu mundo,
razonadamente o soñando.
Imagíno que estarás en tu habitación leyendo esta carta,
con un sentido oculto que tú bien conoces...
ahora estoy viendo los Rayos del amanecer.


Gracias a Dios aún sigo vivo en esta guerra,
ahora veo los Rayos del anochecer...
reflejándose en tus ojos...
Cristales brillantes son,
irradiadores de un no se qué,
a  lo mejor se trata de ese sentimiento.

La batalla me llama.
si gano esta guerra, quiero ganarla contigo a mi lado,
hacer una promesa sin un fin,
una promesa de alfa y sin omega,
una promesa de un tiempo cero, 
una promesa que haga detener al tiempo.


Tengo el pensamiento de que algo ocurrirá.
¿entonces que hacer luego?.
¿Ahogarme en esta pena por perder? , o
mantenerme firme como un roble por
haber ganado al olvido.


Sinceramente, escribo sin sentido alguno estos versos,
porque como bien dicen,
el corazón no responde a los sentimientos.
El amor se cegó con los rosales, y la locura por pena
la acompaña por una eternidad.


Ahora acabo estos versos,
diciéndote que no sé distinguir entre el amanecer,
ni el anochecer.
Para mi son iguales, y a la vez distintos.


Amanecer.
Mediodía.
Oscurece.
Reflejándose las estrellas sobre tus ojos,
¿o son esos ojos unas estrellas en la noche?.




Para alguien que me hace confundir la noche del día, del amanecer y del anochecer...

lunes, 26 de marzo de 2012

200 años ¿para qué?..



Quedó lejos aquel 19 de Marzo de 1812, Día de San José, patrono artesano, con esa similar artesanía, España unida, se enfrentó para conseguir su libertad, proclamad sus derechos, sus sueños, etc. Todos unidos, lejos quedó aquella libertad, ahora escasea...
En este mundo corrupto, donde el buscar la felicidad común, queda muy alejado, esta apareciendo cada vez con más fuerza. asesinatos, Asesinatos (de otro tipo), Robos,etc.
Y como solución a todo ello, seguramente sea tan solo el levantamiento de todo el pueblo, ¿es acaso entonces cuando veamos otra vez la felicidad dentro de casa?,
No entiendo porque celebrar una Constitución, la cual, a pesar de ser la primera en España, se ha sustituido por otras muchas de ideologías diferentes, por mucho que digan una reforma, es mentira, sería una reforma constitucional si imponen una ley nueva, y no cuando crean otra completamente distinta a la Constitución anterior.
Señoras y señores, odiadme si no estáis de acuerdo conmigo, pero es lo que creo. Vivimos en un mundo donde abunda el egoísmo, y la hipocresía, donde nos quejamos muchas veces de los problemas y no hacemos nada, donde se culpa el comportamiento de los hijos, cuando la culpa es de los padres por el simple hecho que no han sido educados racionalmente, con amor, respeto y cariño. Y no que abunda la típica escena de:
- "¡¡Papa quiero esto!!".
-Si hijo toma.
(20 años más tarde).
- Papa dame dinero que me voy a comprar una casa, un coche y me voy con mi peña.
- Pero hijo, no tengo dinero...
-¡¡Qué me lo des o te denuncio!!.

No me digan que ahora el mandato no lo tienen los hijos, el mandato siempre ha sido de los padres, y hay que tener respeto por ellos que nos ha dado LAVIDA, y nos ha criado con amor (algunos, no como el caso expuesto).

Pero ante todo, tras el paso de una semana de ese gran acontecimiento del cumpleaños de la 1º Constitución de España, felicidades a aquellos españoles que murieron en los campos de batalla por luchar por su libertad.



*En este caso por ser una crítica seria no subiré ningún vídeo.

viernes, 9 de marzo de 2012

Luz al final del camino.




Cuantas veces he sentido el frio penetrando hasta en mis huesos, como he notado que las lagrimas se congelaban inclusive.

Todo puede dar ahora un giro de 180 grados, al lado opuesto, es ahora cuando veo la luz al final de este oscuro y pedregoso camino. Y al final del camino me he encontrado con un ángel con los brazos abiertos, esperando a que saltara para tomarme en sus brazos.

La rosa roja, antes hecha cenizas, vuelve a surgir como un fénix de sus cenizas.




Es su fuego lo que hace que llegue a quemarme cuando me toco el pecho. Tengo el pecho ardiendo, incluso por  las noches, lloro, seguramente para que no me queme la piel, porque ya el corazón ha dejado de ser carne para ser fuego.

Hacía tiempo ya, años, no se sentía lo mismo, te recibí como a una extraña, y ahora me estás matando, matando con tú mirada, con tu sonrisa...

Vuelvo a leer ese relato en el tren, ahora ese ser sin género empieza a tener forma, a tener un nombre, ahora esa historia cambia su final triste por este:
"observe como yo mismo me encontraba en el vagón, junto a tí. Nos acercábamos los dos cada vez más y más, ambos extendimos nuestros brazos para tocarnos antes... que agradable sensación el tacto de tus suaves dedos, parecían de algodón... Nuestra siguiente acción fue predicha en el mismo momento que corríamos uno hacia el otro, besarnos, hasta desgastarnos los labios...".




Ahora incluso cuando hablo contigo siento que es un sueño lo que vivo. El problema es cuando quiero sentirte, no te siento, solo noto que me clavas un puñal en el pecho y desfallezco en el suelo, rodeado del amor rojo pasión que te tenía...
Hay veces que no te noto, hay veces que no te siento, solo cuando dices que me hechas en falta, ¿y los demás momentos?, me olvidas. Esa rosa roja que volvía a surgir de sus cenizas, ahora me clava sus espinas mortales...


Hay veces que escribo tu nombre en la orilla de la playa, y lo rodeo con el dibujo de un corazón, intento protegerlo de que sea borrado por el mar. Si no me crees, ve a la playa en donde soñamos tantas cosas, y observa como en su orilla aún esta ese corazón con tu nombre iluminado.

Algunas veces deseo que todo esto acabe, con un final feliz junto a tí, o que acabe con un final malo, básicamente, tal y como estamos, solo me hablas para cuando me necesitas y para el resto, ser una sombra en el recuerdo...
Pero mientras sé y no sé la respuesta, solo siento la incertidumbre del miedo ante la respuesta que me vayas a dar, ¿qué hacer?, sufrir en la soledad o sufrir tu perdida viviendo contigo antes una maravillosa vida, con un futuro juntos. Creo que sabes mi respuesta, amarte, respetarte, cuidarte y protegerte todos los momentos de mi vida, hasta después de la muerte.

Solo sueño con el día que te diga: "eres la persona más importante de mi vida, y quiero gastar lo que me queda de vida junto a ti", y que tu respuesta sea un simple beso eterno en el silencio.






viernes, 2 de marzo de 2012

My angel.



I am alone.
Writing this .
Only I want you to know.
That I love you.

I wish that you were in front of me
and kiss me,
kiss me as if this time was the end of the world.
But you do not come...

Wait! I see someone that coming here.
Is a angel, or not...
You´re tell me "sorry" as if an angel
because you don´t love me...




Dedicada, este trabajo, a mi ángel...

miércoles, 22 de febrero de 2012

Sueña Sevilla...



Sueña Sevilla, que ya ha empezado la cuenta atrás para que celebremos una de las mayores fiestas que puede haber en el corazón de un ser humano.
Sueña Sevilla, y mira como ya la puerta se abre, escucha el crujir de la madera, sí, ese crujir de los niños corriendo sobre la rampa puesta en el Salvador.


Y cuando ves aparecer el humo de la vainilla, el incienso, mezclándose con esas flores blancas, esas flores que al terminar su vida se convierten en ese fruto dulce, esa flor, llamada azahar, que nombre más bello... Azahar...
¿Y el olor de canela y clavo?, algo que nunca falta en estos tiempos...










Ya voy contando el tiempo atrás, grano a grano de arena, ya voy preparando la cocina para preparar los manjares para recibirte en mi casa.


Ya voy preparándome, para verte salir, para escuchar el silencio roto con el sonido de los andares y los aplausos...
¿Y esos cantos desde los balcones?, déjame que este año te cante una con amor y Pasión, sobretodo con Pasión.




Déjame que sueñe contigo mi Sevilla, al menos una vez más, déjame soñar como cae esa lluvia de colores sobre nuestros Señores y Señoras, déjame expirar una ultima vez, déjame rezar el rosario contigo, déjame cautivarme por sus ojos, déjame Sevilla, volver a sentir, la Semana Santa, déjame soñar con ella.







Déjame volver a soñar, 
Sevilla mía,
 con Jesús, y María.

Déjame Sevilla mía,
volver a soñar,
en esta nueva Cuaresma....

lunes, 20 de febrero de 2012

Campanilla se ha ido, pero no de nuestro corazón.



Campanilla se fue el pasado 11 de Febrero.

Lleno a este mundo oscuro de luz con su voz, igual que Peter Pan, que se fue también hace dos años...
Siempre recordaremos a ambos por lo que nos transmitían, esos sentimientos que están encarcelados en nuestro cuerpo, que brotaban de nuestro interior y nos hacía sentir, no sé, como ellos se sentían. Si estaban contentos, nosotros lo estábamos, si estaban tristes, llorábamos, si eran canciones de amor, nos enamorábamos de nuestro amor platónico más que nunca, (aunque luego nos chocáramos contra una pared de rosas con espinas...).
Pero siempre ante todo, se divertían con lo que hacían, y era transmitir con sus canciones, y en este caso, Campanilla y Peter Pan, siempre brillaran juntos en nuestros corazones.
Esta entrada te la dedico a ti, Campanilla, que me has hecho sentir lo que nunca he podido llegar a sentir con una canción, siempre te recordaremos (L).
Añado además que contigo, Whitney Houston, has hecho que crea en las hadas, ellas existen, y existe el Mundo de Nunca Jamás.



Esto es para ti, desde aquí, hacia arriba.




jueves, 2 de febrero de 2012

La niña de mis recuerdos...




El otro día, paseaba por el campo verde y fresco de mi pueblo. Que agradable aroma se respiraba, y te recordé, en mi infancia, cuando tú además tenias un año menos que yo, lo recuerdo, y aún así fuimos grandes amigos inseparables. ¿qué fué de ti?.

Te recuerdo como la niña de la esquina, si, esa que esta oculta ahora mismo asomando tan solo sus ojos nocturnos y su pelo oscuro, parecías la noche en persona con tu piel de porcelana.
Te recuerdo como la niña que se escondía, cada vez que me levantaba por la mañana, a eso de las 8 para acompañar a mi abuelo para llevar a mi yegua al campo a que cabalgara libre por el. Y como cada vez que volvía la mirada atrás, veía una sombra humana sin su dueño.

Me acuerdo como cada tarde incluso, cuando yo recogía al animal, para cabalgar por el pueblo un rato, calle arriba y calle abajo, y como tú, te escondías para mirarme tras la columna de la estatua de una cruz. Yo miraba atrás y lo único que podía ver es a todas ellas fueras de sus casas, preguntándose unas a otras si aquel chico correspondía a alguien.

Aún recuerdo cuando incluso aquella noche, acogí en mi casa a la hija de un amigo de mi padre, y como tú, tras la ventana, me espiabas simplemente porque dormía en la misma cama que ella.
¿Pensabas que pasaba algo más en los sueños? te equivocaste, pues solo dormíamos y tú transnochabas.

¿Y aquella noche?, ¿te acuerdas?, si la última que me estuviste observando, la misma noche en la que esa hija de padre, me llevó a la media noche a la plaza frente a la cruz, la cruz que se alzaba en lo alto, la misma donde te escondías para verme andar por el pueblo por las tardes. Y como observaste que me tomo de la mano y se acerco a mi para susurrarme algo al oído, ni siquiera esperaste a escuchar mi respuesta, pues lo único que escuche tras su pregunta, fué un fuerte golpe, como si alguien cerrara la puerta con toda la furia del mundo.
Ni siquiera esperaste a escuchar mi respuesta a esa pregunta...
Pero lo que recordare más de aquella noche, no será el beso en la plaza, sino el llanto en la noche que se podía escuchar.
Recuerdo en la plaza, la tarde que pasé con ella paseando por la orilla, nos adentramos al mar y las olas hizo el resto.
Recuerdo en la feria, bailaba con ella, y al acabar te vi, te saludé y sin decir nada te fuiste... esa fué nuestra ultima noche...
Acabó el verano, acabaron mis vacaciones, hacia mis maletas, y no estabas detrás de la puerta...
Regresé al pueblo, años tarde, mi abuelo me comentaba que preguntabas por mi, cuándo volvería, que querías decirme algo, pero tú nunca estabas en tu casa aquellos días.
Y para un día que pude ir a verte, llamo a la puerta, y no me abren ningún familiar tuyo, eran desconocidos, pregunté, y me dijeron "ellos se han mudado de pueblo".

Ahora soy yo, quien se dirigía a la plaza mayor, e intentar diferencias el agua de la fuente, y el de mis ojos..., ahora soy yo quién no cabalga por el pueblo, ahora cabalgo por el campo en busca del pueblo donde estás...
¿Dónde estás?... dónde estas, niña de la esquina..., niña de mis recuerdos veraniegos en Villarrasa...


Basado en mis recuerdos, de una juventud, de un amor no correspondido, o tal vez, dos...




viernes, 20 de enero de 2012

Pasajeros al Tren del infinito amor.



3 de la mañana. 
Sumido en un profundo sueño,
un rayo de luz ilumina mi habitación a través de la ventana, miro y la luz proviene de un pájaro blanco, abro la ventana y extiendo el brazo, él mismo se posa en mi brazo, para luego volver a tomar el vuelo y entrar en mi habitación.
Yo expectante miro como poco a poco toma forma humana, una forma que recordaría siempre mirando solo la sombra, eras tú..., con un traje blanco y con los pies desnudos.
Extendiste tu brazo y pusiste tu mano en mi pecho, me empujabas poco a poco al balcón, hasta estar de espaldas a ella en contacto con la baranda.
Bajaste la mano, me miraste, y me dijiste :
-Cierra los ojos.
-¿Porqué debo cerrarlos?.
-Hazme caso.
Cierro los ojos, escucho el silencio, y noto como tu respiración es cada vez más fuerte en mi cara, y me susurras al oído: 
-"Todo esto, es para ti".
Y me empujas para hacerme caer al vacío, observando como poco a poco el suelo esta más cerca de mi. Cierro los ojos, y en el ultimo instante observo que estoy en un vagón de tren.
Al levantarme observo que vuelves a estar frente a mi, pones tu mano en mi cara, me besas, y me clavas un puñal en el corazón.
Yo caigo en el suelo rojo, rojo, el mismo color que tiene mi corazón cuando te miro y pienso que te puedo decir "te amo".

Cuando muero, no muero, vuelvo a mi habitación derrepente, tumbado en mi cama, miro a la ventana y lo que veo primero es que estas a mi lado, con tu cuerpo igualmente tendido sobre la cama, mirándome. Me besas igualmente, y yo lo disfruto a pesar de la puñalada..., que estúpido fui, porque luego me di cuenta que me encontraba en una pecera en el vagón de ese tren ahogandome, y tú mirándome desde fuera, sonriendo.
Cuando note que mis pulmones estaban llenos de agua mortal, y no de tu aliento, desvanecí. Ni me di cuenta siquiera que me estaba comiendo aquel pez negro, total, estaba otra vez muerto...

¿Tan insatisfecha estabas de verme morir, que quisiste resucitarme de nuevo?, pero esta vez, no en mi cuarto... estaba solo, sobre un puente, la niebla impedía ver el final. Andaba y andaba, escuche tu risa, y corría y corría, hasta verte al final del puente, y detrás tuya, aparecía ese enorme bastión gótico.
Tomaste mi mano, y me llevaste atrás, con un paisaje tétrico de lapidas, me llevaste a una de ellas, tenia arriba un ángel de rodillas, rezando, y mirando al cielo con una lágrima en la cara.
Te miré, y tenias una lágrima roja en tu mejilla, la sequé y te dije:
-¿es esto lo que deseabas?.

Simplemente me miraste, y volviste a besarme, hasta volver a despertar solo, con la luz del amanecer, en mi habitación.
¿Fué real?, entonces... porqué tengo la cicatriz de la puñalada, la ropa mojada... y los labios desgastados.
Al levantarme observo en mi escritorio un tren dorado de juguete con las luces encendidas, me acerco, lo examino y veo que estas allí, tu cuerpo inerte sobre el suelo del vagón, el vagón donde me clavaste tu cuchillo, el mismo donde me ahogaba y era devorado por un pececillo negro, el mismo vagón donde todos sus pasajeros que están enamorados, morían asesinados por su propio amor.



Entrada dedicada a los desamores.