martes, 20 de diciembre de 2011

¿Qué es real?



Ya me lo dijo un amigo en una de nuestras queridas conversaciones filosóficas. Me preguntó, ¿qué es real? porque según Platón el mundo que vemos no es el verdadero, sino el mundo superior de las Ideas, y todo ello siguiendo el uso de la razón y no los sentidos, cosa difícil ya que la carne es débil ante muchas cosas.
Pues bien, amigo mío, me dijiste además que una profesora tuya, una persona que no puede distinguir los colores, una persona daltónica, nunca puede conocer el mundo verdadero de las Ideas, ¿pero porque? si con solo usar la razón se supone que se puede llegar, porqué estas no pueden. La vida está llena de incógnitas, cuando respondemos a una, vemos que hay más incógnitas, cuando las respondemos finalmente surgen el doble de incógnitas.

Entendamos por un momento que este mundo ciertamente no es el real, y que nos espera un mundo feliz y apacible cuando se acabe la cuerda de nuestro reloj. Entonces podemos hacer lo que nos dé la gana, puesto que si usamos la razón obtendremos premio, y es el poder llegar a ese mundo. Pero qué pasa si ese mundo es al contrario a este, si nuestro mundo es feliz, usamos la razón y llegamos a un mundo caótico en el cual nosotros debemos poner el orden, ¿y si fuera al revés?, es decir, este el mundo caótico y el superior un mundo de paz, eso quiere decir que ¿reencarnamos constantemente?, poco lógico ¿no?, pero puede pasar, porque no, acaso ¿conocemos verdaderamente lo que pasa luego?
Has visto que en dos párrafos, he hecho incógnitas ¿verdad? y no pocas precisamente.



La vida en si es una incógnita, ¿sabemos si tendremos éxito en nuestro futuro?, ¿sabemos si esa persona nos dirá, "acepto"?, ¿sabemos si nuestra quería amiga verdadera e inseparable esta detrás nuestra esperando que caigamos para llevarnos con ella a ese mundo?, ¿sabemos acaso porque te dicen "no" sin más dilación? No sabemos nada, o como dijo Sócrates, solo sabemos que no sabemos nada.

Pensemos por un momento que ese mundo superior lo vemos al mirarnos un espejo, toca el espejo y di que sientes. Frio, calor, tacto... ¿el qué? Ni si quiera lo sabemos tampoco, o al menos, la razón no nos deja comprender que sentimos en ese momento.
Muchas veces la razón la tomamos por obviedades, y luego vemos que era nuestra propia mentira:
-Era obvio que podía conseguirlo, pero ¿por qué no lo he conseguido?
Típica frase en la que la razón no nos deja de ser, la "mari-mandona".

Intentamos muchas veces dar explicaciones a las cosas con la razón, y luego la mayoría de las veces, es inútil, por eso quizás prefiero imaginar, antes que razonar partiéndome la cabeza en cosas sin sentido alguno.



2 comentarios:

  1. Mmmmmmm, anteponer la imaginación a la razón... Mi propia razón me dice que no mola... (expresión peregrina que no debe ser usada demasiadas veces).

    Sí, ciertamente hay muchas preguntas sin responder, y las habrá, la curiosidad del ser humano debe ser alimentada con algo, si tuviéramos todas las respuestas el mundo sería un tanto aburrido, ¿no crees? Pero no por ello nos vamos a rezagar en la ignorancia. De tus dos incógnitas te quedó una por formular, ¿y si esté fuera el único mundo? ¿la única realidad? Tomando ese supuesto como cierto, recalco que no deja de ser un supuesto, las otras dos preguntas quedan obsoletas.

    Aunque por lo general no haga más que traerme problemas suelo anteponer la razón a los sentimientos, no sin alejarme de la moral. Para dos veces que me he "dejado llevar" han salido mal, y no creo que lo vuelva a intentar en un tiempo. Pensar me permite ver las cosas tal y como son, sin imaginarme cosas, simplemente analizando posibilidades y escogiendo la más probable o la cual produzca más beneficio. Esto me impide decir que la imaginación es un medio de vida, ya que no. La vida es real, y como tal hay que vivirla plenamente, no es bueno esperar a que se termine dejando cosas que te hubiera gustado hacer atrás, lanzarse a por todas ya que difícilmente habrá una posibilidad para volver a intentarlo. Reconozco que sea fácil vivir en la imaginación, pero la verdadera felicidad está en este mundo y para conseguirla hay que vivir en él.

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  2. Prefiero responder a este comentario en presencia tuya.

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